Ayacucho (fundada como San Juan de la Frontera de Huamanga y conocida también como Huamanga) es una ciudad del Perú, capital de la provincia de Huamanga y del departamento de Ayacucho. Se encuentra situada en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes a una altitud de 2746 msnm y se caracteriza por su clima agradable, templado y seco, con brillo solar todo el año. Es uno de los conjuntos arquitectónicos y artísticos más notables del país.
Se le conoce como la «Ciudad de las Iglesias», por sus numerosos templos coloniales, y como «Ciudad Señorial» por su arquitectura, tradición y arte. La ciudad tiene fama tanto nacional como internacional gracias a sus piezas de artesanía, motivo por el cual fue declarada como «Capital del Arte Popular y de la Artesanía del Perú».
Destacan los tallados en alabastro (material conocido en la zona como piedra de Huamanga), los toros y demás alfarería de Quinua, la filigrana del barrio de Santa Ana y principalmente los cotizados retablos ayacuchanos. En honor a esta ciudad peruana y a la batalla de independencia ocurrida en su suelo, los países andinos de Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela, refundaron una ciudad denominada ‘Ayacucho’ en su territorio. Es una ciudad de muy alto fervor religioso católico.
Posee más de treinta templos virreinales de estilo renacentista, barroco y mestizo, que guardan en su interior verdaderas obras de arte como pinturas, imágenes y bellos retablos tallados en madera y bañados en pan de oro. Además, se pueden apreciar majestuosas casonas coloniales, restos arqueológicos y manifestaciones artísticas que revelan un pasado histórico, que la hacen de por sí una ciudad atractiva.
Igualmente destaca por sus música y sus festividades, como la de sus carnavales y su Semana Santa, ambas declaradas Patrimonio Cultural de la Nación. Esta última es considerada como la segunda más importante del mundo, en lo que a celebración de la Semana Santa se refiere.